martes, octubre 25

la bañadera es una de esas cosas que queremos tener, *que necesitamos sí o sí*, aunque no sepamos muy bien para qué. o mejor, tenemos bien claro para qué la queremos, pero así y todo no la usamos *casi nunca* o, directamente, *nunca*.

digo, la portación de bañadera es una condición sinequanon de la casa, quiero tenerla, quiero que esté ahí y saber que puedo usarla cuando se me cante, aunque sea una vez por año, por lustro o por década, porque esa sola vez paga por todas las duchas de una vida.

por eso, por lo único que cambiaría mi bañadera es por un jacuzzi.

archivado en: desde la ducha propiamente dicho

2 comentarios:

Guille dijo...

archivado en? desde la ducha propiamente dicho?

yael dijo...

uh! me falló el sistema!
esto debe ser un sabotaje de blogger
yamismo lo arreglo