lunes, marzo 2

de todos los pequeños incidentes domésticos, el vuelco del mate es uno de los pocos que generalmente adquiere dimensiones de tragedia.


archivado en: verde que te quiero verde

6 comentarios:

La condesa sangrienta dijo...

¿y cuando se rompe una botella de aceite en el piso, qué?
¿y cuando se estrella una docena de huevos, qué?
mi vida es una sucesión de tragedias domésticas que me tomaría con soda de no haber olvidado la botella en el freezer.

yael dijo...

ah, pero Ud Condesa está evocando palabras mayores, tsunamis y terremotos domésticos. el mate en cambio tiene esa cosa de terrible pavada que desencadena una sinfonía que reíte de chopin: lo hacés trastabillar y ya tenés que traer el trapo para secar el agua, otro para juntar la yerba, la escoba para barrer miles de migas que volaron al piso y encima de todo te queda el lamparón verde. eso digo.

Roedor dijo...

Eso le pasa por hacer coss asquerosas, como tomar mate, esa costumbre obscena argentina.

Tomar mate da asquito por sí solo.

Y Chopin en su puta vida escribió una sinfonía, por lo cual los side effects no son tan graves, ¿no?

yael dijo...

exacto: no es grave. es molesto. es un diario averdosado, un montón de miguitas de yerba que se quieren meter en el teclado y/o agüita caliente que salpica donde no debe.

le confieso que tuve que releer el post para entender de qué me hablaba con chopin: lo extrañaba, che.

Roedor dijo...

Sho también la extrañaba, querida. De hecho, en este lugar, a usted es a la única que extraño, si nos ponemos rigurosos...

Palabrascromáticas (Cintia Rogovsky) dijo...

Es cierto!!!!