miércoles, diciembre 14

en un baño gringamente construido pasan cosas lindas:

- la llave de la luz está afuera, porque su ubicación original entra en conflicto con la ducha, es decir, si la llave de la luz estuviera adentro del baño, se mojaría cada vez que te duchás, transformando una simple ducha en una experiencia extrasensorial
- la ducha te depara una de estas dos sorpresas: a. es un triste lagrimeo que convierte un lavado de cabeza en un largometraje, o b. es una flor tan ancha que te rodea sin tocarte, a la vez que expande su radio de acción a todas esas cosas que no debe mojar
- cuando te duchás, burbujea el inodoro
- el agua es muy fría o muy caliente, sin términos medios
- nunca lograrás tu cometido antes de tres descargas y al menos una sopapeada, porque las cloacas nunca tienen la pendiente que corresponde
- si usas el bidet, se te llena la bañadera
- si querés lavarte los dientes, terminás lavándote las patas, sin levantarlas del piso
- el portarrollo está bien abajo, cosa de que la punta del papel siempre pero siempre toque el piso, siempre mojado porque la fuerza irreprimible del agua se manifiesta por todos lados todo el tiempo
- los toalleros son escasos y están ubicados en cualquier lugar que no sea el correspondiente. al menos uno de ellos debe estar en el área de influencia de la ducha
- condición sinecuanón: el inodoro está indefectiblemente suelto, porque los gringamentes (todos menos Don Minyitorio) no saben de la existencia de los espárragos. no, esos espárragos no, los otros, los que se usan para que el inodoro en cuestión no se mueva del piso cuando te sentás)


archivado en: instalaciones I y II y recuerdos de provincia