viernes, julio 7

no sé si todos los obsesivos son coleccionistas pero sí que todos los coleccionistas son obsesivos. algunos, además, son enfermos. tienen, por ejemplo, 286 estampillas que cualquiera diría que son iguales, pero no, son distintas, porque una tiene un sello así, la otra un dientito asá, o la tinta no era la que se usaba antes o 283 boludeces más que las hacen única e irrepetibles. o llenan la casa de estantecitos y vitrinas para apilar 3.782 latas de cerveza, VACÍAS por supuesto, que juntan polvo pero los ponen más orgullosos que la participación de Elizondo en la final del mundial. no importa qué coleccionen, pero a todos los une el convencimiento de estar haciendo algo grande.

hay mil ejemplos, sindudamente, diez mil, ciento mil miyón. pero gracias a TamTam acabo de encontrar al más enfermo de todos: se llama Les Stewart, es australiano, y como está bien al pedo no se le ocurrió nada mejor que dedicarle 16 años y 7 meses de su vida (de a 20 minutos por hora, todos los días) a tipear los números. en letras y en inglés. o sea, agarró una hoja y puso: "one. two" y siguió hasta "nine hundred and ninety-nine thousand, nine hundred and ninety-nine. one million". 16 años y siete meses para llenar casi 20.000 páginas de... números. y toda su explicación es que "le gusta escribir a máquina".

archivado en: deportes extremos

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Es todo un tema que da para más de un post, incluso me animo a arriesgar que da para un tratado psicológico y si me das tiempo, hasta una tesis sociológica.
Pero vamos a tratar de acotar:
1) Los coleccionistas no garchan.
2) Los coleccionistas sí, son gente que está muy al pedo, pero además es gente al pedo y pelotuda. De la gente más pelotuda.
3) De todas las colecciones, las de latas y las de marquillas de cigarrillos, son, sindudamente las más decadentes. Además de antihigiénicas, inútiles y al pedo bis.
4) Después sigo.

Anónimo dijo...

que feo debe ser estar casada con un coleccionista
sos una eterna cornuda, no?

Anónimo dijo...

Lo más antihigiénico de los coleccionistas y de las colecciones es que juntan polvo

Anónimo dijo...

Una paradoja, sería como una injusta distribución del polvo.

yael dijo...

sos cornuda siempre y cuando le tengas celos a un objeto coleccionable. si no, te podés conformar sabiendo que lo que dice luc es sindudamente correcto.

por otra parte, me quedé pensando en esto del polvo y llegué a esta conclusión: el problema no es el polvo sino quién tiene que pasarle el plumero.

pero todavía tengo para hilar más fino: las colecciones se vuelven pedorras cuando de ser algo que hacemos pasivamente, pasan a ser un ejercicio activo. o sea, no es lo mismo coleccionar jabones de hotel (porque nadie va a un hotel por los jabones, son más bien un efecto secundario) o estampillas que vienen con las cartas, que empezar a meterle guita y comprarle a un colombiano una gruesa de latas de cerveza húngara vacías, sin siquiera el aliciente de haber probado las bondades de la cerveza húngara.

creo que este tema de casi para un blog aparte.

Anónimo dijo...

Esta es pior:

www.craftfreak.blogspot.com

Bobby.

Anónimo dijo...

Qué triste la realidad de Jane!
Seguro que su marido es coleccionista.