todo grupo de menores de edad se corresponde con un conjunto equivalente de madres, con suerte heterogéneas, en el que siempre se encuentran los siguientes arquetipos (los padres, obviamente no cuentan, porque ellos no están para cosas tan simples como éstas):

- la madre que está en todo: se prende en las "salidas educativas" y no sólo va entusiasmada sino que lleva cámara de fotos, chupetines para todos y hasta puede que se encargue de contratar el transporte. nunca pero NUNCA llega tarde, salvo que haya sucedido una catástrofe natural. se encarga de juntar la plata para el día del maestro y no se olvida ni siquiera del profe suplente de música que reemplazó al titular durante media clase. lleva café a las reuniones de padres y se encarga de transmitir las noticias a los que no fueron. hizo un curso con Marta Ballina para que las tortas estén a la altura de todo el resto del mega cumpleaños que se supera a sí mismo año a año. sus disfraces "homemade" son insuperables. innumerables etcéteras.

- la madre ausente: todo lo opuesto a la anterior, esta madre nunca se acuerda de nada, incluído dónde tiene que ir a buscar a su hijo, que siempre pero SIEMPRE es el último en llegar a todos lados. entonces, cuando estás por salir para ir a buscar a tu hijo al cumpleaños de turno, te llama para pedirte que por favor le traigas al suyo. por supuesto que después se olvida que la próxima le toca a ella traer a los dos. tampoco se acuerda de que ya le juntaron la plata para el regalo de su hijo y organiza una nueva vaquita. el día del acto escolar se acuerda de que a su hijo le toca de granadero y sale corriendo a comprar una espada: lo más parecido que consigue es una daga pirata, pero bueno, lo que vale es la imaginación. la torta de su hijo, sindudamente, es comprada y lleva las velitas del año pasado. innumerables etcéteras.

- a la madre quejosa todo le cae mal: la maestra porque es muy exigente o porque no es lo suficientemente exigente; los contenidos de las materias, hasta que los cambian, después estaban bárbaros porque los nuevos son infernales. el programa de inglés viejo hasta que lo cambiaron, después, el nuevo. los actos pomposos y los berretas. los floreos al cuete que agrega el profe de música cuando toca el himno en el piano. la horrible grabación del himno, cuando falta el de música. el precio del uniforme. el color. la calidad. el formato del cuaderno de plástica. la marca de la témpera. el menú del comedor, porque no es macrobiótico. los souvenirs que repartieron en el último cumpleaños, porque no son reciclables. las madres de arriba y las de abajo. innumerables etcéteras.

- la madre del comisario: es la amigota de los directores, o tiene mucha historia en la escuela (es ex-alumna, por ejemplo) o manda muchos hijos, entonces puede hacer cosas como hablar con la maestra para pedir que su hijo sea abanderado, y que la maestra lo comente como algo "divertido". innumerables etcéteras.

- la madre peatona: como no tiene auto, esta es la madre a la que llaman todas las demás para pedirle gauchadas del estilo "¿me traerías al nene del cumple?", "¿vas a buscar a tu nene a lo de Juancito? ¿me traés al mío?", "¿no me lo acercarías a casa?", "mirá, me queda incómodo que vayan a tu casa, ¿te molesta si me los llevo a la mía? ¿a qué hora lo pasás a buscar?". innumerables etcéteras.

capaz que continuará

archivado en: de acá a flores es una hora de taxi, a ver si lo entendemos de una buena vez.