resulta que yo estaba en la cinta lo más bien, la llevaba no muy rápido pero empinadita, "cosa de acumular tiempo" nomás, y viendo a guimbur, que es lo que se debe hacer para no aburrirse arriba de una cinta y no viene la señora y me pregunta "¿te molesta que baje un poquitito? es que tengo auriculares..."

cabe acotar dos cosas: una, que la tele no estaba muy alta, y dos, que la señora era una señora grande, "sorda" pensé, "pobre mina" pensé también y "capaz que le retumba o le rechina o le acopla o queseyó". así que "no, para nada, dele", le dije. y la vieja agarró el control remoto y fuuuuuuu, dejó la tele casi muda.

la verdad es que no se escuchaba una mierda, guimbur estaba en pleno ataque de risa quién sabe por qué, pero bueno, los auriculares le acoplan, la mina se vino en ojotas de goma así que mucho no va a durar, me lo pidió educadamente, es vecina, es grande..., así que a bancar.

y en eso no va la vieja y pela un reproductor de mp3, naranja y esplendoroso, se calza los auriculares y se pone a chancletear en la cinta de al lado. te juro que la miré con una cara de orto inapelable, pero la vieja cerró los ojos y se concentró en lo suyo. así que me bajé de la cinta y cacé el control y le di a la tecla del volumen hasta que quedó al doble que antes de que entrara la vieja, y que se joda.

no me dijo nada.

(pero cuánto me hubiera gustado...)


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