jueves, enero 11

ayer Cacho Castaña pasó al ladito de mi mesa.

de punta en blanco, sonrisa de sí-soy-yo y anteojos tipo ray-ban, nadie le dio mayor bola cosa que él, en el fondo, debe haber agradecido, porque a nadie le gusta andar por las mesas escoltado por una nutricionista.


archivado en: la ducha se va para arriba

No hay comentarios.: