viernes, enero 5

Calamaro es al Palacio de las Flores lo que Maradona a La noche del diez, una versión pasteurizada, ablandada y atontada. se ve que a este chico el amor y la vida light le hacen muy mal, le empastan el filo de la lengua, le aboban los versos y hasta le arruinan el don de la rima que regalaba a manos llenas en cuanta web colgó sus canciones infinitas.

ahora no. ahora tenemos cosas como "había muchas flores en el palacio de las flores", "soy como el salmón, sólo creo en mi propia dirección y en la verdad" o el aterrador "tilín del corazón", diarrea de rimas fáciles, proliferación de slogans de plástico, muchas letras huecas, algunas compañías horribles (¡Vicentico!), todo revolcado en un merengue de melaza y en la misma plasta, todo manoseado. por lejos, el peor calamaro posible. un disco capaz de exasperarnos un poquito más cada vez que lo escuchamos. un asco.

por favor, Andrés, con amor o sin amor, pero cagate en todo otra vez. por favor.


archivado en: ¿por qué cantamos canciones de amor si suenan mal y nunca tienen razón?

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