algunas consideraciones de infiltrada en la fiesta rolinga:

- primero que nada vamos a derrumbar un mito: el estado atlético de los stones es todo photoshop. o sea, son flacos, sí, se mueven, sí, pero una cosa es caminar de punta a punta del escenario (cosa que hasta mercedes sosa es capaz de hacer) y otra muy diferente es el videoclip de saltos y acrobacias que muestran en la tele. ¿no lo vieron a jagger levantando los brazos como una marioneta? si tuviste la feliz idea de llevar binoculares al evento vas a poder ver los hilos y todo.

- eso de los binoculares en bueno, porque te permite ver todo el escenario junto y no lo que el director de cámara decide ponerte en la pantalla gigante, edición compuesta de un 50% de jagger, un 25% de richards, y el resto un popurrí aleatorio de imágenes viejas (éramos tan jóvenes), inútiles pero coloridos descansadores de pantalla y gente saltando, con sutil tendencia a niñas en corpiño.

- porque digamos que por más excelentísima definición que tenga la pantalla esa, la tele de casa se ve mejor, se escucha la mar de mejor, el sofá es mucho más cómodo que una platea de estadio, el living tiene aire acondicionado y no hay que pagar 5 mangos por una botellita de agua mineral ni bancarse a la flaca de adelante que se las arregla para taparte siempre un poco más.

- hasta el primer corte te juro que daban ganas de tener un control remoto para hacer un poco de zapping. después jagger se las tomó por un rato y richards, que casi se pone a llorar por la ovación de la masa, cantó dos temas solo, una cancioncita tranqui, nada que ver con nada y a la luz de muchos encendedores, un descuelgue (o un pulmotor, quién sabe) que ya le había visto al hermano gallagher, en el luna, hace mil años. y después volvió jagger para la sarta de hits y la cosa fue tomando otro color. no me pregunten los nombres: desconozco.

- fieles al estilo disneylandia del rocanrol (brillos, lentejuelas, cambios de vestuario, grititos, yeah-yeahs o how-are-you-feeling? para que repita la gilada y tantos etcéteras que hasta hubo un set de pirotecnia), la mejor parte de la cosa fue cuando el escenario se desplazó hasta el centro de la cancha. ahí tocaron unos cuantos temas y dejaron pagando a todos los nabos que hicieron cola desde la noche anterior para estar adelante de todo.

- el baterista es igual al señor burns disfrazado de alien radioactivo: sólo le faltó decir "les traigo paaaaz, les traigo amoooor". y encima, después de dos horas de recital y con una sensación térmica de 57,4 grados a la sombra, el nono se puso la camperita para el saludo final.

- no entiendo mucho como hubo gente que llegó a pagar dos lucas por una entrada, pero después de enterarme que hubo otros que durmieron en la puerta de un teatro para ver a sabina (sí, joaquin sabina), ya nada me sorprende. ni siquiera que en este país todavía sea noticia que algún cantante se ponga la camiseta de la selección para cerrar el show.

- así que ya saben, dentro de unos años, cuando todo el mundo diga "porque yo fui al ¿último? recital de sus majestades geriátricas en argentina" y las 60.000 personas que ayer no llenaron river se conviertan en 6 millones, recuerden que yo soy una de las que verdaderamente estuvo ahí


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