creo que en los libros, la mayoría de los finales son un poco descepcionantes. a veces porque no terminan como uno quisiera, a veces porque no terminamos de entender por qué termina así, a veces porque la historia viene con fuerza arrolladora y parece que termina como apurada y de compromiso o porque el autor se cansó o se aburrió de sus personajes o porque lo apuraban de la editorial o desde otra historia.

también creo que cuando un final te descepciona es porque el libro es de bueno para arriba y que los finales que te satisfacen están reservados para los libros perfectos.

anoche terminé La carretera de Corman McCarthy. lo terminé rápido, leyendo a toda velocidad porque así me pasa siempre que estoy por terminar un libro. termina previsible pero también termina como poco, como si te dejara con ganas de saber qué pasa después porque si no te convencés de que no pasa nada, de que toda va a seguir ceniza y desierto. sacan cosas del barco pero las excursiones en el agua son el mazazo final para el padre. en el medio, un tipo intenta desvalijarlos pero lo corren y lo agarran. al final el papá se muere pero antes no se anima a gastar su última bala en su hijo. "no puedo llevar a mi hijo muerto en brazos" dice. se muere y el hijo "encuentra" una familia que parece de los buenos (en realidad ellos los estaban buscando porque ya se habían encontrado en un pueblo, creo), que tienen chicos y no se los comen, porque son de los que no comen personas, y se queda con ellos. a veces habla con dios pero prefiere hablar con su padre. y nada, todo sigue desierto y ceniza pero el final final es con una imagen confusa de truchas que nadaban en los arroyos de montaña y en el lomo tenían mapas y laberintos de mundos que no tienen vuelta atrás. ni posibilidad de arreglo.


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